jueves, 17 de febrero de 2011

ARTÍCULO N°2

LAS COMPETENCIAS IMPRESCINDIBLES EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La gran tragedia de la educación es pensar que educar es recorrer rutinariamente caminos trazados por otros y no inventar caminos nuevos. La rutina crea la ilusión de que se camina, pero es un movimiento que, si bien se presenta como fácil, nos va alejando de la meta, en la actualidad como docentes que somos, nuestra meta debe ser formar alumnos autónomos, capaces de adquirir habilidades y competencias para dar satisfactoria respuesta a la nueva sociedad.

Somos testigos que en los últimos años  se han producido muchos cambios en nuestra sociedad, el avance de la tecnología y las facilidades de la comunicación y distribución del saber, sumado a la creación multiplicativa de las universidades consideradas como los centros de producción e intercambio de conocimientos, nos hace reflexionar acerca de la enseñanza y el aprendizaje que se viene impartiendo en las universidades hoy por hoy.

He aquí que surgen las siguientes interrogantes ¿Se estará realizando una correcta selección de los conocimientos que son relevantes? ¿Los alumnos que se están formando en éstas casas del saber son reflexivos o carecen de criterios para decidir, cuando los conocimientos deben ser puestos en duda? Más aún ¿Cuál es la naturaleza del conocimiento que debe enseñarse en la universidad?   

De acuerdo a las preguntas anteriores, creo que el conocimiento que debe enseñarse en la universidad debe ser flexible, fiable y sobretodo de carácter constructivo, pues solo así se formarán personas autónomas, con poder de decisión, capaces de responder de manera positiva a los cambios que se susciten en el contexto en el que interactúan.
Creo que las competencias esenciales y básicas imprescindibles en un mundo en el que la información, la telemática el conocimiento y la globalización se han convertido en elementos fundamentales de la vida de las personas, de los grupos humanos y las sociedades, deben ser las que permitan la adquisición de la información relevante de forma eficaz y eficiente y con los medios y vías más adecuados en cada caso. Junto a ello, están las competencias relacionadas con el análisis simbólico de la información, el pensamiento crítico y la capacidad de generar conocimiento a partir de la información, de su análisis y de la experiencia. Es además importante la capacidad de gestión y manejo de la incertidumbre y la de anticipar de forma interactiva eventos y circunstancias relevantes y significativos planteándose potenciales estrategias de actuación ante los diversos escenarios que se preven.

Otro bloque de competencias está relacionado con lo que se ha caracterizado como inteligencia emocional. Cabe mencionar entre ellas la autoconciencia, la autorregulación, la automotivación, la conciencia social y las habilidades sociales. En este nivel de las relaciones sociales se requieren una serie de competencias sobre el trabajo en equipo, el desarrollo y gestión de redes y contactos y la gestión del conflicto. Por último, las competencias relacionadas con el auto-desarrollo: la capacidad de aprender a aprender, la capacidad de innovar, la capacidad de aprender de los errores y las competencias relacionadas con el desarrollo de la propia carrera, son fundamentales para afrontar esta nueva sociedad.
Además otro punto importante es el de vincular el aprendizaje y la enseñanza con la investigación científica, pues esta es una vía privilegiada que nos permite ser estudiantes hábiles y críticos, acercándonos aún más al conocimiento, solo así lograremos ser y formar profesionales capaces de enfrentarse a los problemas complejos de éste nuevo mundo.

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