jueves, 17 de febrero de 2011

ARTÍCULO N°3

UN NUEVO CONTEXTO PARA LA EDUCACION SUPERIOR

Alumna: María Rosa Gómez Pacheco 
Maestría: Docencia Universitaria.   
Aula: 504

Vivimos en la actualidad momentos en los que la sociedad está sufriendo mutaciones muy profundas, y sería necesario que la Universidad se adaptase a ellas si no quiere verse convertida en una institución obsoleta que ya no responde a las demandas sociales.
Pero podemos observar con gran pesar que en la actualidad el modelo de formación universitaria aún sigue respondiendo a las necesidades de una sociedad y de un mercado laboral que está desapareciendo. El contexto al que ha de responder la educación superior está cambiando, y es necesario que también se modifique el modelo de formación si se quiere dar respuesta a las necesidades de este nuevo contexto. En el presente artículo revisaremos cuáles son las características más relevantes de este nuevo contexto para la educación superior, entre ellas tenemos:
La Sociedad Global. La globalización del contexto de la educación superior es casi una obviedad. El mercado laboral sobre todo el de los graduados  universitarios, se está haciendo global en un doble sentido: no solo los graduados trabajan con creciente frecuencia en otros países, sino que lo hacen en compañías transnacionales cuyos métodos de trabajo, de organización y de actividades tienen un carácter global. Esa globalización, y por tanto la de sus requerimientos formativos, afecta de manera muy directa al funcionamiento de las instituciones universitarias, que deberán dar respuesta a unas necesidades de formación que ya no son las específicas de un entorno inmediato.
Otra característica importante de la globalización es la velocidad con la que se mueve el conocimiento. La relativa estabilidad de las profesiones, típica de la era industrial, ligada a unos conocimientos constantes y a un entorno específico, ya no es la situación imperante.
2. La Sociedad del Conocimiento. La aparición de la llamada sociedad del conocimiento es otro de los cambios en el contexto de la educación superior que va a ejercer mayor influencia sobre el funcionamiento de las universidades. El valor económico de la educación, y en particular de la superior, ha estado latente desde el siglo XIX, cuando las universidades se dispusieron a dar respuesta  a las nuevas demandas de la era industrial. Sin embargo, fue en la segunda mitad del siglo XX  cuando el valor económico de la educación fue universalmente reconocido por los analistas. Durante este período, que fue testigo de un gran desarrollo tecnológico, los expertos empezaron a percibir con claridad que ese desarrollo solo era posible si se disponía de recursos humanos muy calificados. En la sociedad del conocimiento, a diferencia de la sociedad industrial, se considera que son el conocimiento y la tecnología, y ya no la mera producción industrial, los elementos de mayor  impacto para el desarrollo económico y social de las comunidades.
El entorno de las universidades está cambiando en esta sociedad que emerge, con las siguientes características:
·         Aceleración de la innovación científica y tecnológica.
·         Rapidez de los flujos de información en una nueva dimensión del espacio y el tiempo.
·         Aumento del riesgo en la mayoría de los fenómenos, de la complejidad de la no linealidad y de la circularidad.
En esta sociedad adquieren nueva relevancia la educación superior y las universidades, ya que estas no solo son una de las principales fuentes para generar conocimiento (gran parte de la investigación que realizan los países se llevan a cabo en las universidades), sino  que son ellas los centros básicos de transmisión del conocimiento, de la ciencia y la tecnología. Si las universidades han sido importantes en  la era industrial, su papel en la sociedad del conocimiento puede ser mucho más importante, siempre que sepan responder con flexibilidad a las nuevas demandas de esa sociedad del conocimiento. La universidad se vislumbra como una generadora de conocimiento aunque no la única, y como una empresa al servicio de las necesidades de formación y de desarrollo tecnológico del entorno dentro de la sociedad del conocimiento.
3. La Universidad Universal.  Las universidades por primera vez en su trayectoria se han hecho universales en tres sentidos:
En su expansión geográfica, ya que se ha extendido a todos los lugares de modo que apenas es necesaria la movilidad física para poder asistir a un centro de educación superior. Pero, además, el desarrollo creciente de la educación virtual (a pesar de las limitaciones que todavía  tiene este tipo de educación), permite el acceso a la formación superior desde cualquier lugar y en cualquier situación.
La educación superior también se está haciendo universal en el sentido temporal. Mientras que por tradición dicha educación había sido algo preparado casi exclusiva para los jóvenes que finalizaban sus estudios secundarios, en la actualidad existe una tendencia creciente a ofrecer estudios a lo largo de la vida para cubrir las necesidades de formación continua de los profesionales, pero también la de la demanda cultural creciente de la población adulta.
Por último la universidad se ha hacho universal en el acceso. En todos los países desarrollados, así como en muchos otros en vías de desarrollo, una proporción muy elevada de jóvenes que finalizan sus estudios secundarios accede a la educación superior.
Bien entonces podemos decir que la universidad del futuro se vislumbra como institución que suministrará formación a la gran mayoría de la población a lo largo de toda la vida.
El cambio de contexto para la educación superior exige realizar cambios en el sistema educativo superior para dar respuesta  a los nuevos retos planteados.

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